Creo que la mayoría de las personas cuando leemos este tipo de frases, acto seguido pensamos: “Claro, Claro” y, estamos rotundamente de acuerdo con ella.
Yo también pero añadiría un matiz: “La primera también me quiere”.
Hay muchas y diversas formas de querer.
¿Por qué si una persona sólo me quiere para que escuches sus penas, me quiere menos o me quiere mal? A lo mejor a esa persona sólo le aporte en ese sentido y en el resto no.
Yo quiero a mi peluquera. Sí, mucho, no dejo mi pelo a cualquiera , pero señoras y señoras, a día de hoy sólo la quiero en ese terreno porque a nivel personal no la conozco suficiente. Y no pienso en ella sólo cuando me aburro, es probable que si cuando veo que necesito un corte, pero…¿por qué eso es querer de forma egoísta? La quiero en lo que siento que me aporta y, me aporta lo mejor.
Cómo decía antes, hay muchas y diversas formas de querer.
La gente y nosotros cada uno queremos de nuestra forma. A veces, nos sentimos decepcionados porque las personas a las que tenemos aprecio no nos quieren como nos gustaría pero, eso no significa que no nos quiera.
Esto suele generar mucho malestar y dolor en las personas, porque insisto, nos cuesta ver que hay muchas formas de querer. Y también porque a veces las gente no sabe querer de otra forma o no sabe, principalmente porque no les han enseñado.
Tenemos que aceptar que la gente nos quiere tal y como saben hacerlo:
-Si está acorde con lo que esperamos, no nos queda más que disfrutarlo al 100% y cuidarlo.
-Si no está acorde con lo que esperamos hay dos opciones:
1. Aceptar esa forma
2. Decidir si seguir manteniendo relación/contacto con esa persona.
Esto anterior nos lleva a querer de forma sana y tranquila que al final es lo que nos enriquece día a día. Porque nos conduce a no juzgar ni enfadarnos con el otro de forma encubierta.
Y es que damas y caballeros, todos cuando estamos aburridos: nos acordamos y queremos a alguien.
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