Han sido varias veces ya, las que hemos hablado de nuestra mochila (pasado) y de cómo esta influye en cómo somos hoy. Conocer el contenido de esa mochila es fundamental para poder comprendernos y ver porqué actuamos así en las diferentes situaciones.
Y… ¿Por qué es tan importante conocer el contenido de esa mochila? Para hacer que el pasado sólo nos influya y no nos determine en el HOY.
El Mañana…cuanto nos preocupa a veces y la cantidad de horas que echamos pensando en qué pasará, cómo será y luego cuando menos nos hemos dado cuando ya ha ocurrido todo, nos lo hemos perdido y por supuesto, lo ocurrido nada tiene que ver a lo que había pensado.
Pasado y futuro, futuro y pasado…tal para cual, ambos dos ahora mismo no están. El pasado estuvo y el futuro a saber si estará.
Sin embargo, sino están aquí, ¿Por qué nos empeñamos en gastar tanto tiempo en ellos?
Seguro que conoces a personas que no hacen más que darle vueltas a lo que ocurrió aquél día una y otra vez. O algunas otras que, como tal día ocurrió “algo” ese “algo” les vaya a ocurrir cada vez que se dé la misma situación. También conocerás a aquellas otras que están constantemente anticipando un mañana con los “¿y si…?”, o aquellas que, con perdón, están montándose películas sobre lo que va a pasar (y por lo general esas pelis son bastante angustiosas).
Y ¿Cuál es el resultado de esto? Pues que el hecho de estar anclado en el pasado haga que mi cabeza se quede fijada en aquellas situaciones que a día de hoy me generan mayor malestar, provocando en mí un sentimiento de miedo. Miedo que me llevará a estar preocupada. Para que ésta baje, mi necesidad de control entrará en juego y querrá tenerlo todo controlado para aportarme sensación de seguridad y, con esto a estar constantemente pensando en mañana.
Pero hemos de saber que lo más importante es el PRESENTE, ya que es lo único que tenemos, pero claro, si estamos metidos en el círculo del párrafo anterior, ¿cómo hago para estar en el presente? Que no se te olvide esta palabra, a veces difícil de aplicar cierto, pero que no se te olvide: OCUPÁNDOTE.
Nos tenemos que ocupar de lo que tenemos delante. Insistimos en que, lo único que tienes es lo que, tienes aquí y ahora. No tengo nada más que hacer que ocuparme de eso. ¿Fácil no? Pues sí, pero nos cuesta horrores.
El pasado no va a volver y, todos tenemos malas experiencias pero también buenas. Lo que ocurrió una vez no tiene porque ocurrir dos, y si ocurre el resultado no tiene porque ser el mismo, el tiempo ha pasado y tú no eres el mismo, por tanto te afectará de diferente manera. El mañana no existe por tanto, ¿por qué preocuparme de algo que ni si quiera existe? Y diréis: “si, pero es inevitable porque todos tenemos una rutina y por tanto mañana toca levantarse, tenemos proyectos, sueños, objetivos”. Cierto, pero ¿cómo los afrontamos?
“Estoy sentada delante del ordenador porque tengo que escribir la entrada en el blog, cosas que es muy importante para mí tanto a nivel profesional como personal…”
Pues veréis sino me quedo en el aquí y en el ahora:
“Me ha venido a la cabeza mi fin de semana pasado. Lo tenía todo organizado para la fiesta de cumpleaños de una amiga y en el último momento el restaurante nos dejó tiradas y me supuso mucha angustia, nervios, agobios de a ver qué íbamos a hacer. La cosa es que al final lo hicimos todo de prisa y corriendo y la cosa quedó regular. Ahora me he puesto inquieta porque este fin de semana tengo otro cumpleaños y, a jueves me falta gente por confirmar y tengo que llamar al sitio para que lo organice todo bien. Porque claro, necesitarán saber cuántas personas seremos. No puedo estar llamándoles cada dos por tres cambiando el número de gente. Y por otro lado, no quiero que llegue el sábado y que por lo que sea, falten mesas. Porque eso ya sería lo último que me faltaría”.
¿Qué está ocurriendo aquí?¡¡ Hey!!¡¡¡ Si yo estaba sentada para escribir esta entrada!!! ¿Qué me está pasando?, ¿por qué no lo estoy haciendo?
Si me OCUPO:
“Me ha venido a la cabeza lo del fin de semana pasado, ¡vaya tela! A ver qué tal sale lo del sábado que todavía no lo tengo cerrado como me gustaría. Bueno, ahora a escribir la entrada y cuando acabe me hago una lista de las cosas que me quedan pendientes para liarme con ellas mañana, porque hoy la gente estará de vuelta de las vacaciones y no contestará. Así que, a mi entrada”.
Aquí me ocupo, ¿De qué? De lo que puedo hacer aquí y ahora para conseguir aquello que quiero. Esa es la clave.
En el momento de AHORA tengo todo cuanto necesito para dirigirme a lo que quiero. Valerme de lo que tengo a mí alrededor, no de lo que tuve o de lo que se supone que tendré. Coger esas herramientas y utilizarlas a mi favor. Sacar el mayor partido a lo que SI ESTÁ.
De esta manera nos haremos menos daño, nos agobiaremos menos y nos quitaremos muchísimo trabajo. Hacer el cambio no es fácil, pero merece la pena. Quédate con tu PRESENTE, quédate con tu AQUÍ Y AHORA, sácale el mayor jugo y no te arrepentirás.
¡ Ánimo a todos y a todas!
Pdta. Yo escribí mí entrada 😉 😉
Dinos que te ha parecido este artículo, Puntúa (DE 1 A 5 ESTRELLAS).