La culpa es una de las emociones que más solemos trabajar, ya que suele estar bastante presente en las personas, y es una emoción muy bloqueante.
Las emociones humanas, donde está incluida la culpa, siempre las vamos a sentir.
Pero lo más importante de aprender con las emociones, no es querer no sentirlas sino, aprender a la gestionarlas cuando la experimentamos, para que sean una señal de construcción, y no de destrucción.
La culpa por regla general, la convertimos en una señal que nos bloquea que no nos permite avanzar ya que nos mantiene en el pasado.
Hoy hablamos de ella para que aprendamos a identificarla, y pautas de qué hacer con ella.
Como os decíamos antes, la culpa es una de las emociones que más solemos trabajar, porque socialmente se la ha utilizado mucho para condicionar a las personas. Pero esto es un tema profundo que, si os interesa un día podemos hablar de la funcionalidad que ha tenido la culpa en nuestra sociedad.
La culpa como una de las emociones bases del ser humano, la vamos a seguir experimentando. Es una emoción que aparece de forma tardía, a posteriori, de ciertas conductas, pensamientos, imaginaciones, etc que solemos o suelen valorarse como malas o negativas.
Hasta aquí todo bien, ya que la culpa nos hace tomar conciencia de que hay algo que hemos hecho que no está en coherencia con nuestro sistema de valores.
Pero ahora viene, lo no tan bonito…
Una vez que el ser humano experimenta la culpa, tiende a fustigarse (nos solemos poner a parir y ha decir cosas bastante duras a nosotros mismos), a castigarnos (porque al a ver hecho algo “malo” por supuesto que tenemos que ser castigados, bien por nosotros o bien por los demás) y, a anclarnos y a rumiar activamente sobre el hecho en concreto porque el que nos sentimos culpables. Nos deja petrificados en el pasado y, no nos permite ver el presente. Y esto puede prolongarse hasta el infinito y más allá dejándonos en un estado emociones muy poco favorable.
Y…para qué nos sirve todo esto?
Ojo! que os escribe una persona que también ha tenido este patrón…hasta que me dí cuenta, y mira que es lógico, que eso no me ayudaba y, sobre todo que esos hábitos no me ayudaban a reparar. Me “ayudaban” a meterme más en la mierda y más en el rol de víctima.
Eso no sirve para nada!!
Las emociones están para hacernos crecer y tomar conciencia de como estamos. Por ello, vamos a ver qué hacemos con la culpa.
Con las emociones, y en este caso con la culpa:
- Primero es IDENTIFICAR la emoción y ver que está ahí.
- Tomar CONCIENCIA de qué hace ahí. Es decir, las emociones son señales, en el momento que me aparece la culpa, ver qué cosa he hecho o no, o ha pasado fuera para que esté sintiendo así.
- Coger RESPONSABILIDAD. Una vez que tengo identificado qué es lo que me hace sentir mal, hacerme responsable de ello. Si hay algo que pueda hacer ahora o más adelante, ver en qué me he podido equivocar, ver si hay algo que tenga que aprender o cambiar.
- TOMAR ACCIÓN. En base a lo que haya concluido del tercer punto, actuar.
- De esta manera habremos GESTIONADO la emoción, y eso me permitirá sentirnos empoderados, ya que habremos puesto solución a nuestro estado emocional y, reforzará nuestro autoestima. Y nos llevará al PRESENTE que es donde podemos actuar.
Os dejo aquí como refuerzo de tips para la culpa que, hicimos hace un par de años.
https://www.albilpsicologia.es/2017/07/01/4-tips-para-reducir-la-culpa/
Como os decimos en el vídeo, si queréis que profundicemos más en el tema de la culpa, dejárnoslo en los comentarios.
Nos leémos 😉
M. Albil