Se acerca la Navidad y con ella los millones de películas, cuentos, mitos… que nos han hecho pensar en ellas como un periodo idílico, donde todo es maravilloso y bonito, las personas son amables y las familias (todas) impecables se disfrutan.
Donde todo debe ser alegría, ilusión y buen rollo.
La realidad es que tú, yo y el resto de personas seguimos siendo las mismas de siempre, que lo único que cambia es la expectativa que se ha creado en torno a estas fechas:
- Expectativa de reunirte con amigos y amigas, con familia, con compañeros y compañeras de trabajo… que se puede hacer todo el año, pero en esta época se ha convertido casi en algo obligatorio, y por supuesto, hay que divertirse más que nunca.
- Expectativa de relacionarte desde tu máxima amabilidad, enfadarte menos, procurar que reine la paz en familia (aunque sepas que esa persona te va a “buscar las cosquillas”).
- Expectativa de que esas tradiciones se repitan como siempre y sean geniales como lo fueron aquella primera vez que las experimentamos.
¡Qué te voy a contar de esto! Rara vez nuestras expectativas se cumplen tal y como las tenemos en mente, pero, ¿sabes qué es lo peor las expectativas navideñas en concreto? Que ni siquiera son tuyas propias, que vienen heredadas, aprendidas. Prácticamente todas son demandas externas (bastante potentes, por cierto), que se añaden a las que ya tienes a diario. (¿Alguien dijo ansiedad?)
Estas navidades te deseo que te LIBERES DE EXPECTATIVAS, y que te pongas a ti en el centro de las celebraciones, y que te plantees cosas como:
- Esta cena con estas personas, ¿realmente me apetece? Si acepto, ¿cómo me voy a sentir?
- En familia, va fulanito/ Fulanita que me va a decir la impertinencia de siempre: ¿cómo me gustaría responder?
5 tips para que puedas disfrutar de tus navidades:
1. ESCÚCHATE, ESTATE PENDIENTE DE QUÉ NECESITAS
En el bombardeo de publi, luces, comida, bebida…. Nos dejamos llevar por lo externo y nos olvidamos de escuchar nuestro propio cuerpo: si ya estoy llena o lleno, si realmente me apetece ese plan, si estoy cansado o cansada, si eso me ha sentado bien o mal…
No te olvides de escuchar tu cuerpo, en él se posan tus emociones y te van a permitir cuidar de ti lo mejor posible.
2. RECUERDA QUE NINGUNA FAMILIA ES PERFECTA… NI NORMAL
Para cada persona “normal” es lo que vive. Tu familia es la que es, deja de tratar que sea una cosa diferente o que se comporte de otra manera.
Recuerda que no elegimos familiares, tampoco es obligatorio que te caigan bien, pero el respeto y la empatía siempre ayudan a crear mejores relaciones.
3. TEN CLAROS TUS LÍMITES, Y NO DUDES EN MARCARLOS
¿Sabes ya que te van a preguntar por cuándo viene la boda/ el bebé/ el segundo bebé/ el novio o novia? Piensa de antemano en qué quieres responder (si es que quieres responder) y en cómo marcar ese límite.
Lo bueno de estas fechas es que ya conocemos a las personas con las que vamos a estar, y que rara vez nos sorprenden los comentarios de algunas de ellas. ¿Qué es un rollo? Lo es, pero eso te da la oportunidad de elegir cómo quieres reaccionar.
4. CREA TU PROPIA NAVIDAD
Dedica un espacio a pensar (escribiendo a mano se hace mejor) qué significa para ti tener una buena Navidad: crea tus planes, elige las personas que quieres ver, crea tus propias tradiciones y da el espacio a los compromisos que vayan acorde con quién eres, lo que quieres y tus valores.
Tómate tiempo para elegir tu actitud como te lo tomas para elegir tu ropa. Antes de ir a cualquier cita navideña, decide qué quieres tu y qué puedes hacer con eso que está en tu mano. Porque, lo que ocurre alrededor no está en tu mano, pero si lo está todo eso que sale de ti.
5. SI ESTA NAVIDAD QUEDA UN ESPACIO VACÍO EN LA MESA…
Puede que este año falte una persona en especial a la mesa y sientas el duelo. Dale un espacio, cuanto más tratamos de evitar sentir algo, más fuerza le damos en nuestra mente y más lo sufrimos.
Permítete sentir esa falta y honrar el haber tenido a esa persona en tu vida. Después de todo, si la echas de menos, seguro que es porque te ha aportado mucho y muy importante. (Si este es tu caso, te mando un abrazo).
¡Qué disfrutes mucho de estas fiestas! O no, pero que sean LO QUE TU QUIERAS 😉
Si necesitas algún tip adicional o adquirir herramientas que te permitan aplicar estos consejos no dudes en contactar con nosotros. En Eva Psicología estaremos encantados de atenderte y ayudarte a liberarte de las expectativas para que puedas vivir las Navidades a tu manera, como tú quieras y poniéndote a ti siempre en el centro.
