(Abraham Lincoln)
Fin de año, inevitablemente, lo queramos o no, es tiempo de dos cosas: de balances y de deseos
Balances, hacia el año que se va, evaluando cómo ha ido, si era lo que esperábamos, si han pasado cosas buenas, malas…
Y deseos hacia el año que entra. Deseos de que sea un “buen año”, que nos pasen cosas buenas.
En ambos casos, la mayoría de las veces, parece que dejamos en manos de un ente superior, el destino, o el azar, qué va a pasar, y, además, tan solo categorizando nuestras vivencias en “buenas” y “malas”.
Si estás en el centro Eva Psicología, o has pasado por él, ya sabes dos cosas de esto:
- Que cada persona somos responsables de nuestra vida (quizá no de todo lo que nos pasa, pero sí de qué hacer con ello).
- Y que eso de “bueno” y “malo” rara vez sirve de algo. La mayor parte de las veces no nos da ninguna información y nos deja en cosas que podemos utilizar entre muy poco y nada para la vida.
Hoy te propongo que el balance de tu 2023 lo hagas, primero de todo, sabiendo que nuestra mente tiende a poner más foco en lo negativo y te esfuerces por equilibrarlo. Y después, que no lo hagas en términos de “bien” o “mal” si no de aprendizajes. Aquí te dejo algunas preguntas que pueden servirte de guía:
- ¿Qué es lo que he aprendido este año sobre la vida?
- ¿Qué he aprendido este año sobre mí?
- ¿Qué he aprendido este año sobre el trabajo/ estudios?
- ¿Qué he aprendido de las personas que me rodean?
- Con todas estas cosas, ¿qué quiero que no se me olvide para el próximo año? ¿Qué me gustaría mantener? ¿Qué me gustaría cambiar?
Los deseos para el próximo año ¡también tienen truquito! Te propongo que no los dejes en manos ni de ese ente superior, ni del destino, ni del azar; que te propongas tomar la responsabilidad de lo que ocurra en tu vida, como tomas la decisión de hacer una ruta concreta cuando vas de viaje.
Marca qué quieres que te ocurra el próximo año, qué cosas harían que para ti fuera el mejor año posible (nada de solo “bueno” ;)) y hagas tu plan de acción para llegar todas esas cosas.
Igual que en un viaje, puede que en momentos quieras desviarte, incluso cambiar el destino porque descubres uno mejor, pero esa ruta asegura 100% que llegarás a un lugar diferente del punto de partida.
¡Para nota! No te quedes solo en las cosas que quieres “hacer”, parte de la persona en la que te quieres convertir, en cómo te gustaría evolucionar o desarrollarte tu misma o tú mismo, y a partir de ahí… ¡a por esos planes!
Te deseo que, en 2024, tengas el atrevimiento, la fuerza, las ganas… o lo que quiera que sea que tu necesitas para que tus deseos se conviertan en planes de acción, y tus planes de acción en un 2024 ¡¡¡espectacular!!!
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Un abrazo enorme
