La Reestructuración Cognitiva es la técnica estrella de la terapia cognitivo-conductual.
Pero os estaréis preguntando que la técnica con ese nombre tan raro en qué consiste.
La orientación Cognitivo-Conductual de la psicología se basa en trabajar sobre los pensamientos y la conducta, y la reestructuración cognitiva se utiliza para los pensamientos.
Esta corriente tiene el lema de “Sentimos según pensamos”, es decir, lo que pensamos es lo que va a determinar nuestros estados emocionales y por tanto nuestra calidad de vida.

El procedimiento para llevar a cabo esta técnica son los siguientes:
1. Análisis Funcional o Registro:
Esto consiste en que durante varias semanas anotes por escrito las situaciones que te han generado malestar. A continuación poner los pensamientos que hemos tenido mientras se estaba dando esa situación, y por último ver qué grado de malestar he sentido.
2. Discutir esos pensamientos:
Una vez que ya tenemos hecho el registro, ver qué pensamientos han sido los que más malestar nos han generado.
Y si, digo bien, pensamientos, no las situaciones.
Una vez identificados esos pensamientos discutirlos y ver si están en lo cierto. Ponerlos a prueba.
3. Generar pensamientos alternativos:
Una vez que identificamos esos pensamientos que nos generan malestar y los hemos discutido, generar pensamientos alternativos a ellos que nos hagan sentirnos bien.
Es decir no es lo mismo pensar “Este mundo es una mierda” que, “esta situación que estoy viviendo me agobia un poco”
 
TODO ESTO ES CONVENIENTE HACERLO POR ESCRITO Y DURANTE VARIOS MESES
4. Llevar a cabo esa nueva forma de pensar:
Una vez adquiridos esos nuevos pensamientos, integrarlos en nuestro día a día.
 
Esta es un técnica que requiere su tiempo, por qué? Pues porque el estilo de pensar que tenemos llevamos con él ya muchos años, y esto no se modifica de un día para otro. Requiere su entrenamientos y constancia.
Eso si, una vez que se adquiere una forma de pensar más saludable para nosotros mismos…ya nadie nos baja de ese carro.
 
FELIZ SEMANA!!!